Facultad de Comunicación y Relaciones Internacionales «Blanquerna»
Universidad Ramon Llull
Barcelona, 8-9 de junio de 2017
Pere Masip, vicedecano del grado y del posgrado de Comunicación de la Facultad de Comunicación y Relaciones Internacionales «Blanquerna», agradeció la asistencia a esta 9ª edición del congreso. Mencionó que en la época cuando tuvo lugar el primer congreso (año 2000) apenas se celebraban congresos de Comunicación, al contrario que hoy en día, por lo que los organizadores han optado por presentar temas más especializados como el actual sobre «Comunicación y realidad, un espejo posmoderno».
http://cicr.blanquerna.edu
A primera vista este tema puede chocar y parecer de ficción, pero se trataba de analizar la comunicación que fluye a través de las interfaces, como pueden ser las pantallas. Es muy interesante estudiar la función de los diafragmas y las interfaces, que por un lado dan acceso pero al mismo tiempo imponen unas restricciones, muestran pero también esconden. Recordemos, por ejemplo, el acceso a sistemas de información complicados que puede facilitarse mediante menús, pero éstos imponen muchas limitaciones a la búsqueda.
Seguidamente Ferran Sáez-Mateu, profesor de Blanquerna, presentó al antropólogo Lluís Duch-Àlvarez, que ofreció la conferencia inaugural con el título «Una sociedad fuertemente afectada por la crisis de las transmisiones», de la que presentamos unos apuntes. Por falta de tiempo el ponente sólo pudo describir las características de la sociedad actual que condicionan la comunicación, sin tiempo para entrar más concretamente en ésta:
Una sociedad fuertemente afectada por la crisis de las transmisiones
Sin transmisión de información el ser humano no sería tal (recordar el caso del niño abandonado en la selva), ya que necesitamos imitar y recibir la posibilidad de posicionarnos. Hay 3 características actuales que perjudican o, al menos modifican, la transmisión:
- Sociedad de vivencias. Se ha producido una revolución en la afectividad y en la sensibilidad, que se ha empezado a estudiar especialmente desde los años 40, después de la 2ª Guerra mundial. Antes la humanidad se basaba principalmente en lo social, pero ahora cada vez más predomina lo psicológico, han cambiado los valores de referencia, las creencias (religiosas, políticas, culturales…). Predomina la cultura del «yo» y lo individual se superpone a lo colectivo. Esta sociedad de las vivencias se caracteriza por «adolescenciarse»: los niños y niñas se hacen adolescentes antes y los adolescentes retrasan hacerse adultos. Esto afecta a las necesidades y a las características de la comunicación.
- Memoria-olvido. Se está deteriorando la memoria histórica, estamos en una sociedad del olvido. Los planes de estudio apoyan amnesias colectivas, lo cual puede explicar la falta de capacidad contextualizadora de nuestros alumnos. Ya casi nadie se pregunta de dónde venimos ni a dónde vamos. Las tradiciones son necesarias, pues los humanos somos seres tradicionales o herederos. Absorbemos las tradiciones y las tenemos que contextualizar a nuestro espacio-tiempo, reiventarnos a partir de ellas, para actuar correctamente, así como para comunicarnos con los demás. Algunos sistemas políticos pretenden borrar el pasado, sobre todo si les es incómodo. Recordemos cómo el Franquismo hablaba de 1er año triunfal, 2º año…
- Velocidad (un tema que se está trabajando en Antropología desde los últimos quince años). La sociedad está evolucionando a gran velocidad y todo es fugaz. Sin embargo tenemos ciertos límites para absorber los cambios, lo cual nos ocasiona pérdida de capacidad crítica y de reflexión. No tenemos tiempo de analizar cómo tenemos que actuar en los nuevos entornos, pues las recetas se hacen obsoletas con rapidez. Tendríamos que desacelerarnos y encontrar sosiego.
Reseña realizada por Tomàs Baiget, EPI
baiget@gmail.com